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Albatera celebra el 25N con la I Marcha Violeta

El acto ha contado con la colaboración, como todos los años, de la Asociación de Mujeres Progresistas La Pleita y la participación de representantes municipales, asociaciones y colectivos de Albatera

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Dentro de los actos programados por la concejalía de Igualdad de Albatera se ha celebrado en la tarde del 25 de noviembre la I Marcha Violeta y Batucada desde la Plaza Príncipe de Asturias hasta la Plaza de España donde se ha procedido al minuto de silencio y encendido de velas por las mujeres asesinadas, así como la lectura del manifiesto del 25N redactado por las alumnas y alumnos del grado de atención a la dependencia del IES Antonio Serna.

El acto ha contado con la colaboración, como todos los años, de la Asociación de Mujeres Progresistas La Pleita y la participación de representantes municipales, asociaciones y colectivos de Albatera.

MANIFIESTO 25N 2022
El 25 de noviembre de 1960 tres hermanas dominicanas, Minerva de 34 años, Patria de 36 y María de 25, fueron asesinadas a golpes cuando regresaban de ver a sus maridos encarcelados. Fue por este hecho que, en 1999, la ONU estableció en su recuerdo el 25 de noviembre como el día de la eliminación de la violencia contra las mujeres.

Hoy, sin embargo, queremos dar voz a una carta que nunca se publicó, que nunca se escuchó. Una carta escrita por una niña de tan solo 13 años. Encontró a su primer amor en el instituto. Un chico que al principio era atento, cariñoso y que la trataba como si fuera la única mujer en el mundo. Salían juntos a todos sitios. Él la protegía, o al menos eso creía ella. Todo era maravilloso.

A los dos meses de empezar la relación, le pedía fotos, la llamaba a todas horas. No la dejaba salir sola, ni tan si quiera con sus amigas. Le reñía si tenía algún comportamiento inmaduro diciéndole que él no quería estar con una mañaca.

Él salía de fiesta y siempre volvía con marcas de otras mujeres, pero le decía que eso eran locuras de ella. Una noche le miró el móvil mientras él tonteaba con su amiga y vio conversaciones con miles de mujeres con mensajes como: “¿Mi novia? Mi novia no se va a enterar. ¿No ves que es una cría?». Ella reaccionó diciéndole que aquello había terminado, y él la amenazó con suicidarse si ella le dejaba.

La niña, asustada, sin saber qué hacer, le dio otra oportunidad. A esta se le sumaron mil más durante tres años en los que permaneció encerrada en esa relación. El último año se volvió peor: comenzaron los insultos, las inseguridades, los desprecios, los empujones… y el miedo, mucho miedo.

Por suerte, ella reaccionó a tiempo, se lo contó a sus amigas y a su madre, que la apoyaron incondicionalmente. Se armó de valor y lo dejó.

Pensaréis que ya está, pero no. Este testimonio no termina aquí. Después de un tiempo, él volvió a aparecer mandándole 3000 mensajes. En uno de los últimos le comunicaba que tenía una grave enfermedad y que le quedaban apenas unos meses de vida.

Ella volvió a recaer entre lágrimas contándoselo a su madre y esta le advirtió que quizás él solamente quería captar su atención. Por suerte, esto le hizo entrar en razón y le contestó con un mensaje de whatsapp: “Recupérate, seguro que tiene solución”. La respuesta de él fueron muchos mensajes con insultos que intentaban hundirla, humillarla, con amenazas. Pero ella tenía la fuerza que le transmitían su familia y amigos y decidió quedar con él para que le devolviera sus cosas. En este encuentro, él intento de mil maneras quedarse a solas con ella, pero ella tenía su posición firme. Entonces, intentó agredirla y la amenazó de muerte mientras se alejaba de aquel lugar.

Después de haber escuchado esto, creo que todas y todos tenemos claro por qué estamos hoy aquí. Es alarmante ver cómo los datos de la violencia de género, desgraciadamente, no decrecen, sino que van en aumento. Este año, 2022, en España han ascendido a 37 casos de mujeres fallecidas. España está en el puesto 17 del ranking en el índice global de violencia de género, otro ranking que tampoco debería de existir. Seguimos hablando de España, en 2021 la Comunidad Valenciana fue la segunda comunidad autónoma con más víctimas, comunidad en la que ahora nos encontramos. Sinceramente es una pena que estos datos sean reales.

El desenlace de Minerva y sus hermanas, el testimonio de esta joven de 16 años y el de muchas como ellas, no deberían existir. Debemos crear una verdadera concienciación y poner fin a la violencia contra las mujeres, porque es asunto de todas y todos. Debemos escuchar y creer en aquellas mujeres que son supervivientes dejándonos sus experiencias para que esto no se vuelva a repetir. Tenemos que enseñar a las próximas generaciones y aprender a poner fin. Debemos también exigir respuestas y servicios adecuados por parte de las instituciones. Debemos de poner freno a esta lacra social. Basta ya, basta ya.

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