Santiago Apóstol Patrón de Albatera

Como cada 25 de julio los albaterenses celebran el día grande de su patrón, Santiago Apóstol. Desde hace más de 40 años las fiestas patronales van acompañadas de las de Moros y Cristianos, convirtiéndose así Albatera en un referente de esta fiesta en la comarca de la Vega Baja. Hoy es un día en el que las familias, vecinos y amigos se reúnen para festejar el día grande de los albaterenses, con la tradicional olla de pelotas o la paella de conejo.

A las 20:30 se producirá la ofrenda floral al santo en la ermita Virgen del Rosario

A las 21:00 dará comienzo la procesión en honor a Santiago Apóstol portado a hombros por los costaleros de Santiago.

Tras finalizar la procesión a las 23:45 se procederá a la subida de Santiago Apóstol a su altar. Después llegará el esperado castillo de fuegos artificiales que despedirá el día del patrón.

Santiago Apóstol Patrono de España

Santiago Apóstol o Santiago el Mayor es también el Patrón de España y de Galicia, además de numerosos pueblos del territorio español. Según La Biblia, Santiago y su hermano Juan fueron  dos de los doce apóstoles que acompañaron a Jesucristo, a los que él llamó Boanerges, o lo que es lo mismo, hijos del trueno. Santiago fue el encargado de la evangelización de Hispania, según cuentan algunas teorías, pasó por Portugal, Galicia, el Valle del Ebro e incluso llegó hasta Cartagena, por ese motivo es el santo protector de España.

La tradición cuenta que Santiago el Mayor estaba fuera de Jerusalén cuando la Virgen María ve cerca su muerte y recibe la visita de su hijo resucitado. Es entonces cuando la Virgen se le aparece a Santiago, aparición que se habría producido sobre un pilar en la actual Zaragoza, a partir del cual se construyó la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, en la capital aragonesa. Santiago regresó entonces a Jerusalén para acompañar a María pero murió tras el martirio de Herodes Agripa. La leyenda dice que sus discípulos trajeron su cuerpo de vuelta a España, concretamente a Galicia, donde su tumba fue descubierta por el obispo Teodomiro en el siglo IX.