¿Sabías cómo se llamaba la calle Ramón y Cajal en la antigüedad?

Según recoge el libro Historia de Albatera de Jesús Aguilar, la calle que en la actualidad conocemos como Ramón y Cajal, en la antigüedad era conocida como calle de la Muralla. En la información recogida por Aguilar, se dice que dicha calle “se extiende desde la Plaza Mayor a la calle Ancha y debe esta denominación popular a que a ella daba la muralla del recinto de la Casa Palacio, habiendo encontrado referencias a esta denominación en la segunda mitad del siglo XVIII y en la primera del XIX. A esta calle se la conoció también por calle del Carretero, habiendo encontrado referencias a esta denominación en la primera mitad del siglo XIX”.

Sin embargo, indica que dicha calle “no aparece relacionada en los Padrones dichos del Real Equivalente de 1826 y 1830 ni en los Padrones de Vecinos de 1852, 1854, 1856 y 1857, debiendo figurar incluidos los vecinos de esta calle, bien en la calle Ancha o en la plaza, apareciendo por primera vez en el Padrón General de Vecinos de 1869 con la denominación de calle de la Princesa cuya denominación conserva hasta 1926 en que se le pone el nombre de calle de Don Rafael Flaquer Martín, delegado gubernativo”.

En los años 30, “desaparecida la dictadura del general primo de Rivera vuelve a ponérsele el de calle de la Princesa, denominación que conserva poco tiempo, pues en 1931 proclamada la República, se le pone el de calle de Ramón y Cajal en memoria del histólogo y Premio Nobel, Santiago Ramón y Cajal, cuya denominación conserva en la actualidad”.

Aguilar también recoge en su libro que “en esta calle nació y vivió el canónigo Manuel Serna Serna, estuvo la oficina de la Cooperativa Eléctrica Benéfica Albaterense, tuvo su escuela el maestro Vicente Pardo Segura y en ella ha estado la antigua farmacia”.