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«Mis novelas nacen del sentir, vivir, pensar y observar al género humano, de mis inquietudes y de saber lo que la sociedad necesita sin tenerlo que pedir»

Entrevista al escritor Roberto Ruiz, autor del libro "Los Designios de Dios"

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¿Nos puedes desvelar algo de tu nuevo libro?

Esta novela trata de la cruda realidad con que un muchacho de provincia y su familia se enfrentan consigo mismos y su entorno, luchando por evadirse del mundo en que transcurrió su infancia y parte de su vida. Ésta es la historia de Pedro Serna y su familia, un chico de pueblo nacido y educado en la pobreza, en un mísero pueblo de Alicante, que vivió siempre con la obsesión y el firme propósito de elevarse hasta alcanzar un puesto preeminente en el mundo maravilloso de la riqueza y el poder. Quiere, sabe, pero no puede, los entresijos y el contubernio de las castas sociales del poder no dejan sitio para el ascenso a un advenedizo.

Pedro vivió siempre con la obsesión y el firme propósito de “elevarse a los altares y amar a una buena mujer, que le quisiera, comprendiera y le acompañase en ese trayecto curioso y zahareño”. Quería esa manta confortable y cálida con la que se arropan los seres tocados por la vara de la fortuna.

“El atraso, la hambruna y la pobreza, esos eran los parámetros en donde nos encontrábamos en mi pueblo en esos años de la postguerra y, especialmente por estos y otros motivos más personales fue por lo que en mi familia decidimos salir de aquella vorágine que no conducía más que al involucionismo general de todos los pueblos rurales y concretamente en el nuestro, Deseoterra”.

Es una novela de reconciliación, de sentimientos, de amores y de ausencias que nos descubre las únicas razones por las que es importante vivir y morir.

Viene a ser un retrato social, moral, histórico y político de la “España profunda”, esa expresión sociológico-literaria manoseada por periodistas, sociólogos, antropólogos, historiadores, políticos y psicólogos, y glosado con diferente fortuna por cineastas y escritores.

Cuando finalizó la Guerra Civil, España era un país hundido, de calles de tierra o a lo sumo empedradas, de ancianas guardando luto mendigando por las esquinas y niños desamparados corriendo de un lado a otro entre ruinas, de analfabetismo y penuria.

Esta es tu segunda novela, ¿Cómo ha sido su proceso creativo?

Mi proceso creativo en todas mis novelas parte de una idea, una inspiración, un acontecimiento que he ido fraguando en mi imaginación que no para de crear para distracción de mis lector@s y mi sosiego.

Una vez tenida la idea preconcebida, la analizo, exploro, recopilo y corroboro diferentes fuentes de información que me inspiren confianza, fiabilidad y respeto, la estructuro, seguidamente; escojo lo positivo y eludo lo que no me interesa para, posteriormente, ponerme manos a la obra con el ordenador, corrigiendo y dándole la forma que considero adecuada y lo que pretendo transmitir. Es un proceso largo y tedioso que tienes que tener las ideas muy claras, disponer de tiempo, o bien, sacrificar otras aficiones, que has de arrinconar para darle preferencia a ésta, y echarle muchísimas horas, semanas, meses y años, algo que no está al alcance de cualquiera.

¿De dónde nace tu pasión por la literatura?

Mis influencias pueden ser varias, en primer lugar, del colegio Valdeluz de los Padres Agustinos de Madrid, un colegio privado donde tuve profesores eminentes en sus respectivas competencias, que hicieron de mi un lector, observador y librepensador, yo diría que un polímata autodidacta porque tal y como dice el refrán: “Frunce el entrecejo y se te ocurrirá una estratagema”. En otras palabras, la mucha reflexión engendra sabiduría.

Soy un lector empedernido que leo casi todo lo que cae en mis manos, más concretamente si se trata de Historia, Literatura, Lenguas Extranjeras (inglés, francés, italiano, latín) Filosofía, Psicología, en resumen, de Humanidades. Siempre me gustaron más las Letras que las Ciencias, a pesar de que gran parte de mi carrera profesional he tenido que desarrollarla rodeado de números, pero siempre, en mis tiempos de asueto y esparcimiento retomo las letras en sus variadas formas y me enredo con ellas.

En segundo lugar, puede ser que tenga en mi genoma humano, en la secuencia de ADN que contenga alguno de los 23 pares de cromosomas de un tío segundo mío, Gregorio Gallego García, escritor, pacifista y anarcosindicalista.

¿En qué te inspiras a la hora de escribir?

Mis novelas nacen del sentir, vivir, pensar y observar al género humano, de mis inquietudes y de saber lo que la sociedad necesita sin tenerlo que pedir. Son situaciones que se ven cada día, en los medios de comunicación, en la información diaria y degradante que nos hacen llegar y que impregnan nuestros sentidos de acciones deleznables, maleadas y tergiversadas por la mano que mece la cuna de los poderes fácticos que manejan el mundo y que, como borregos nos encaminan, embrutecen por el triste e inhóspito paraje hasta llegar a ese matadero ideológico, económico y paradójico que, poco a poco, va haciendo mella en nuestro comportamiento social y humano e insultan nuestra inteligencia.

¿Qué se refleja en esta novela?

En esta novela se refleja el dolor y el sufrimiento del protagonista que ha padecido lo bastante y pasado por el inmenso dolor de ir viendo morir a sus amigos, allegados y a todos los miembros de su familia a causa de la metralla y las bombas, pero en este caso la conclusión transciende el momento y la víctima. Una vez pasada la situación de mero testimonio documental informativo, el hecho permanece en la conciencia de los ciudadanos y de la sociedad como un alegato, en este caso contra la miseria y la crueldad humana, y una exaltación de la dignidad del individuo frente a ellas. Vienen a ser fases contradictorias y opuestas, producto de los comportamientos humanos en situaciones extremas.

Cada uno de los episodios ha sido extraído fielmente de la biografía de una vida rigurosamente verídica; cada uno de sus héroes tiene una personalidad única y auténtica, así como una existencia real, que sólo en razón de la proximidad de los acontecimientos se mantiene discretamente velada.

Esta novela viene a ser un homenaje y recuerdo a ese medio millón de fallecidos y a esos cuatrocientos cincuenta mil exiliados que existieron en “nuestra Guerra Civil” y, cómo no, al tío de mi padre Rómulo Ruiz Gallego y, por ende, tío segundo mío, Gregorio Gallego García, un anarcosindicalista íntegro de pies a cabeza, conocedor del género humano y sus múltiples variantes, buena persona, leal y amigo, de los pocos que había entonces, de los que no hay ahora.

Pretende ser un canto a la libertad en lo más excelso e intrínseco de la vida del ser humano, es una apología de la razón sobre la sinrazón de las personas, sean de la condición e ideología que sean, una reflexión de las conciencias inteligentes con sus propósitos de enmienda que haga recapacitar a todos y especialmente a los que llevan a un país y a sus ciudadanos a sus más descabelladas e ímprobas acciones, cuya única finalidad es su permanencia en el poder y la opulencia, a costa de sus súbditos. Que la Historia escrita con mayúsculas está ahí para ser estudiada y enjuiciada como soporte y valoración del bien y del mal, de lo que se puede hacer y lo que no, de lo que sobrepasa las leyes de la Humanidad y sucumbe al averno de la Maldad. Que sea esta novela para el bien hacer y el loable amor ecuménico y no sea olvido de nuestra historia, ingratitud para los que la forjaron con sus vidas y mal ejemplo para generaciones venideras.

Se puede decir que viene a ser una historia de histeria donde el Amor es el protagonista y la ausencia del mismo y de los sentimientos son las notas concordantes y que dan sentido a la vida.

 ¿Cómo puede conseguir la gente «Los Designios de Dios»?

Mi segunda novela está en todas las librerías de Albatera y en Amazon.

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