La cuarta mujer de Albatera que consigue ser jueza
Se presentan 4.000 personas con tan solo 200 plazas y con un temario de 340 temas
La albaterense Mª José Fuentes Rodríguez, ya forma parte de los 5.416 jueces que ejercen en toda España, de ellos 3.101 son mujeres. Es la cuarta jueza albaterense, todas mujeres, y en estos momentos, tras aprobar una difícil oposición, se encuentra en la Escuela Judicial ubicada en Barcelona, una formación necesaria que tiene una duración de dos años, el primero consiste en curtir a los jueces de su función como servidor público y empatizar con todo aquel que tiene que pasar por un trámite judicial, y el segundo es el práctico, donde, supervisados, ya ejercen de jueces.
Mª José confirma que ha sido un camino arduo: «Nueve años de dura oposión». Actualmente, la media de edad en la Escuela Judicial es de 30 años. La nueva jueza tiene 32 años y aprobó con 31. «Es imprescindible el apoyo familiar. Requiere de mucha disciplina. Hay que estudiar unos 300 días al año, mientras ves como tu círculo poco a poco se va cerrando, porque tienes que decir que no a muchos planes, estas cosas solo las comprende el opositor y la gente muy cercana a ti. Una oposición de este nivel requiere de todo tu tiempo, pues te condiciona tus descansos, e incluso te pueden pautar hacer algo de deporte, ir a terapia y la alimentación».
Una de cada 14 personas consigue aprobar la oposición. «Este ritmo de estudio solo se aguantan bien algunos años, muchos desisten por este motivo. Yo en 9 años ya estaba rozando el límete de retirarme», nos ha confesado Mª José.
Las estadísticas muestran que hay un juez por cada 100.000 habitantes en España. Cabe resaltar que jueces y fiscales realizan la misma oposición, que este año ha contado con 200 plazas, de ellas 119 eran destinadas a jueces y las 81 plazas restantes para fiscales. La elección de la plaza a elegir va por nota, quien más nota haya obtenido en la oposición elegirá primero su plaza, pudiendo elegir entre juez o fiscal. Las plazas de jueces son mucho más solicitadas, por lo que, a menudo, hay «fiscales forzosos».
«Yo he contado con dos preparadores en total. Hay que estudiar 8 horas efectivas al día, y una vez que se acerquen los exámenes se aumentan estas horas, respetando siempre las horas de descanso. Descansaba un día a la semana, los domingos. Las vacaciones son flexibles, según tu preparador, normalmente son una o dos semanas en agosto y algunos días en Navidad», ha explicado Fuentes.
«Se requiere para dominar los temas unos 4 años, cada vez se presentan más aspirantes y hay menos plazas. El primer examen es tipo test, que lo suelen aprobar unas 1.200 personas de las 4.000 que normalmente se presentan. La segunda prueba es el primer oral, consiste en hablar delante del Tribunal Supremo compuesto por 5 miembros y un secretario. Durante una hora tienes que exponer 5 temas, cada tema en 12 minutos, el tiempo es muy riguroso, no puedes quedarte por debajo de 10 minutos ni superar los 15. El total de temas que pueden salir en el primer oral son 185, en el segundo oral y última prueba son 140 temas diferentes, un total de 340 temas. Los temas a examinarte van por temáticas y se sortea cuál de los 5 tienes que exponer, la primera temática es constitucional, la segunda civil (dos temas) y la tercera penal (dos temas). Se requiere mucha literalidad a la hora de narrar un tema, de ahí también los años de oposición, más que la extension de los mismos».
La jueza también destaca que «este tipo de oposición no solo es memorizar, se requiere de mucha oratoria, sangre fría y empaque. Te juegas muchos años de tu vida en un momento, y puede que el tema que tengas que defender no es el que mejor lleves, pero tienes que aparentar que sí y defenderlo, tienes que dar mucha seguridad».
En la actualidad la mayoría de jueces no provienen de una clase social alta, y tal como explica Mª José, la Escuela Judicial es un reflejo de la sociedad: «está formada por personas de toda clase y muy variopintas. Solo el 5% provienen de familias donde su padre, madre o algún familiar ya ha sido juez. Sí es cierto que son unos años donde no vas a ganar dinero ya que estudiar tantas horas te imposibilita trabajar, es una inversión a largo plazo. De hecho, los preparadores de jueces no cogen a personas que trabajan, pues ya saben que es imposible, y ellos también tienen un prestigio que mantener».
Una vez concluida la Escuela Judicial, destinan a estos jueces a las diferentes provincias de España, Barcelona es donde más plazas hay.
«Casi todos los jueces llevan una carga superior a la que le corresponde, es un área muy saturada y genera muchas dilaciones en la justicia, faltan muchos recursos y deberían ampliar las plazas, son necesarios más jueces. Desde los medios, la visión de la justicia se está denostando mucho. Los jueces no somos más que un engranaje del sistema que estamos para servir a los ciudadanos, y tan solo aplicamos las normas y leyes establecidas», ha expresado la jueza.
Quienes deseen ser jueces de social, laboral y mercantil también es necesaria una especialización. Por otro lado está civil y penal, que no requiere de ésta y que conforman al 80% de todos los magistrados. «Normalmente, en el año de prácticas de la Escuela Judicial te envían a juzgados mixtos, donde tocas todos los temas. Lo que más me llama la atención es lo penal, el ámbito de la violencia de género, tratar de ayudar a mujeres en situación de vulnerabilidad», es por lo que se decanta la cuarta mujer de Albatera que ha conseguido ser jueza.