El duelo en la era digital: las redes sociales cambian las tradiciones funerarias
Las esquelas: del papel a las redes sociales
De la capilla ardiente en casa a los tanatorios
Durante generaciones, en los pueblos, la despedida de un ser querido se realizaba en el hogar del difunto. La capilla ardiente en casa permitía a los vecinos acudir a dar el pésame a la familia, convirtiéndose en un punto de encuentro y conversación. Con el tiempo, esta tradición se trasladó a los tanatorios, que, aunque mantuvieron el mismo propósito, implicaron el desplazamiento fuera de la localidad en muchos casos.
Las esquelas: del papel a las redes sociales
Las esquelas siempre han sido un elemento clave en la comunicación de los fallecimientos. Se colocaban en lugares estratégicos del pueblo para que los vecinos pudieran informarse y acudir al velatorio. A día de hoy, esta costumbre se mantiene, pero con una transformación notable: la digitalización.
Cada vez es más frecuente que las esquelas se publiquen en redes sociales o grupos de WhatsApp. Esto ha permitido una mayor difusión y rapidez en la comunicación de la noticia. Además, los comentarios en estas publicaciones han sustituido, en muchos casos, la asistencia presencial al tanatorio.
¿Se pierde el contacto humano en el duelo?
Este cambio refleja una evolución en la forma en que las comunidades expresan su duelo. Mientras que antes la visita al tanatorio era una muestra de apoyo directo, ahora las condolencias se dan de manera virtual. Aunque esto facilita la participación de quienes no pueden desplazarse, también plantea la pregunta de si se está perdiendo la cercanía y el contacto humano en los momentos más difíciles.
Las tradiciones funerarias continúan adaptándose a los nuevos tiempos, pero el reto sigue siendo el mismo: mantener el apoyo y la empatía, ya sea en persona o a través de una pantalla.