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El Campo de Concentración de Albatera podría ser el primero en musealizarse de toda España

Albatera Actualidad entrevista a Felipe Mejías, director y arqueólogo del proyecto de investigación del Campo de Concentración de Albatera

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Felipe Mejías, director y arqueólogo del proyecto de investigación del Campo de Concentración de Albatera, ha explicado los hallazgos encontrados en el lugar y todo lo que ha supuesto y supone este trabajo de investigación. 

“El proyecto surgió en 2017 como un trabajo de investigación personal, cuando entré a formar parte de la Cátedra Universitaria de Memoria Democrática de la Comunidad Valenciana. Entré como arqueólogo del equipo para investigar, documentar y localizar dónde estaban las fosas comunes de muertos en la provincia de Alicante durante la Guerra Civil y la postguerra franquista. La mayor parte están en cementerios, pero escuché los comentarios de que en el Campo de Concentración de Albatera, situado en San Isidro, había muerto mucha gente. Además de que los agricultores de la zona habían encontrado huesos. Fue entonces cuando empecé a investigar este tema”, explica Felipe Mejías.  

Sondeos mecánicos en busca de fosas comunes

“Podemos decir que hay fosas comunes, puesto que mucha gente ha encontrado restos. Además, el lugar ha sido un Campo de Concentración, que primero fue una cárcel republicana, pero al finalizar la guerra se transformó en dicho campo. Aquí metieron, aunque no se sabe muy bien, entre 14.000 y 18.000 personas cuando acabó la guerra y que intentaron escapar por el puerto de Alicante”, informa el arqueólogo. 

A partir de una foto área, donde se muestra el derribo del Campo de Concentración a finales de 1939, les ha permitido conocer la estructura y distribución de éste, así como calcarlo sobre el terreno actual.  

La Consellería de Calidad Democratica financia esta investigación. “En 2020 recibimos la primera subvención y este año hemos pedido tres. Por una parte, hemos buscado las fosas comunes en función de algunos testimonios, uno de ellos me contactó en 2018 y me contó que que 40 años después del cierre del campo de concentración encontró un cuerpo. Tras los testimonios planteamos una actuación arqueológica por el lugar donde se entraba al campo de concentración”, explica el director del proyecto. 

Excavación del barracón

Por otro lado también han localizado uno de los barracones, del que disponen de una foto de 1938, pues al hacer una excavación descubrieron unos pilares. Han encontrado totalmente los cimientos de éste y los arranques de los 60 pilares que tenía, además de dos arquetas sifonicas, donde iban todos los deshechos. 

“Las hemos excavado y han aparecido varios objetos interesantes, como un botón de una chaqueta militar, un plato, adornos personales, pequeñas botellas de cristal. También hemos mandado sedimentos a analizar para saber la dieta de los prisioneros y las enfermedades que podían tener”, cuenta Felipe. 

En la actuación general están prospectado el terreno, es decir, mirar el suelo en parejas con un detector de metales y coger todos los elementos que consideran que son de la época. “Hemos encontrado muchas monedas, colgantes, objetos de la infraestructura de los barracones, acumulaciones de basura de los prisioneros, sobretodo de latas de sardinas, el único alimento que tenían”. 

Prospección geofísica con georradar en busca de fosas cómunes

Otro datos muy importante es que han encontrado restos de munición, de cartuchos de Mauser, era el fusil que utilizada el ejercito franquista, muchos de ellos sin disparar y otros muchos que sí que están utilizados, lo que indica que las utilizaron dentro del campo de concentración. Además también han encontrado restos de munición de armas que, en 1939 no eran utilizadas por el ejército, sino que era el arma de voluntarios falangistas que iban a buscar a prisioneros para fusilarlos. Esto cuadra con testimonios de prisioneros que contaban el mismo hecho.

“La idea es seguir trabajando mientras tengamos una financiación, por ahora tenemos un gran apoyo. Seguiremos buscando la fosa común”, cuenta Felipe Mejías, que además pide colaboración: “si hay gente de Albatera que sepa dónde se puede ubicar ésta que contacte con nosotros, pues nos es de gran utilidad los testimonios orales”. 

“También seguiremos avanzando en la excavación de los barracones, pues sabemos que hay más. Hemos conseguido varios planos de estos barracones que se encontraban en Salamanca, nos sirven para plantear una musealización del espacio, sería el primer museo de un campo de concentración en España”, concluye el arqueólogo. 

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