La madrugada del sábado 25 al domingo 26 de octubre de 2025 se realizará en España el tradicional ajuste al horario de invierno: a las 03:00 h se retrasarán los relojes a las 02:00 h en la península. Así, este día tendrá oficialmente 25 horas de duración, siendo el más largo del año.
Hasta ahora se repite dos veces al año este ajuste horario, sin embargo, se debate que este podría ser de los últimos cambios: el Gobierno español prepara llevar a la Comisión Europea la propuesta de eliminar el cambio estacional de hora y establecer un horario fijo todo el año.
¿Qué horario se fijaría: invierno o verano?
Los expertos en cronobiología y sueño en España abogan mayoritariamente por mantener el horario de invierno (hora estándar) como único horario permanente. Este horario favorece amaneceres más tempranos, lo que se alinea mejor con los ritmos biológicos de muchas personas.
Fijar el horario de verano permanente implicaría tardes más largas de luz, pero amaneceres mucho más tardíos.
Ventajas, dudas y contexto del cambio de hora
Beneficios de un horario único (y de preferencia el de invierno)
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Eliminar los ajustes bianuales evita la “cronodisrupción” (desajuste del reloj biológico) que puede afectar al sueño, la concentración o incluso incrementar riesgos cardiovasculares.
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Aprovechar mejor la luz matutina, lo cual puede favorecer la actividad temprana.
Dudas y cuestiones a considerar
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Si cada país elige un horario distinto o no hay coordinación, puede haber desajustes en la UE en transporte, economía y comunicaciones.
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Las circunstancias geográficas de España hacen que algunas zonas (oeste de la Península, Canarias) amanecen/despiertan en momentos muy distintos; fijar una hora única puede afectar especialmente a esas zonas.
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Si se fija el horario de invierno: las tardes de verano se quedarían con menos horas de luz. Si se fija el de verano: los amaneceres de invierno serían muy tardíos.
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Los ahorros energéticos del cambio de hora bianual han perdido peso en los estudios recientes, debido a mayor eficiencia energética y cambios en patrones de consumo.
¿Y las horas de sol? ¿Cómo cambiarían?
Por ejemplo: si se fija el horario de invierno todo el año, las mañanas serían más luminosas durante más meses, lo que es beneficioso para quienes comienzan temprano. Pero en verano, al caer la tarde, se oscurecería antes de lo que ocurre ahora con el horario de verano, lo que puede afectar al ocio, al comercio y a actividades al aire libre.
Si se fijara el horario de verano permanente, las tardes tendrían más luz durante muchos meses, pero en invierno los amaneceres serían mucho más tardíos, lo que podría afectar a la población que se levanta en la madrugada.
¿Qué prefieres: horario de invierno o verano?
Este octubre nos toca, como cada otoño, atrasar el reloj una hora para entrar en el horario de invierno. Pero detrás de ese gesto rutinario hay un debate con futuro: España aspira a fijar un único horario todo el año. La opción más respaldada por especialistas es quedarse con el horario de invierno, por motivos de salud y adaptación biológica, a pesar de ello, las encuestas muestran que la mayoría de la población española prefiere el horario de verano y esas tardes interminables de luz.