Los quintos: sacada de bandera

Historia de Albatera - Jesús Aguilar

Se acerca San José y es el momento perfecto para recordar antiguas tradiciones que, con el paso del tiempo, han desaparecido, como el día de los «quintos», un día familiar y para pasar entre amigos que se extendía por toda España y, evidentemente, también por Albatera.

Dicho día giraba en torno a los «quintos». Se llamaban así a los jóvenes que al cumplir la mayoría de edad en España se incorporaban al servicio militar obligatorio. El servicio militar ha desaparecido en España, y con él, esta tradición que forma parte de la historia de nuestra sociedad.

Cada año, antes del día de San José, 19 de marzo, acudían los de la «quinta» o reemplazo al Ayuntamiento para ser «medidos o tallados».

El día de San José era el día en que los «quintos» «sacaban la bandera», a cuya asta se unían cintas bordadas y pañuelos de colores, que paseaban por el pueblo.

En este día, formando parejas entre ellos, iban recogiendo dinero por el pueblo, buscando a la gente y procurando que no se le escapasen. Cada pareja de quintos se ponía un pañuelo al cuello y otro por la cintura, además de otro que llevaban cogido por las puntas a modo de bolsa, donde la gente les echaba el dinero. Los pañuelos los facilitaban las novias, y el que no tenía, lo pedía a alguna mujer de la familia o amiga.

Además, también había una carroza protagonista, era un carro grande, propiedad del «Monje», con un caballo perchero que se llamaba «Niño», este caballo estuvo tirando del carro hasta que se hizo viejo. Se cubría todo el carro con adelfas «valadre» que se recogían de la sierra y con palmas, y dentro del carro iban unos músicos de la Unión Musical La Aurora.

El poeta albaterense Fermín Limorte participaba activamente en esta tradición, pues a lomos de un burro hacía una especie de pregón, nombrando a cada uno de los quintos. La gente se reía con los destinos que el poeta se inventaba. Durante unos años, «El Cherif» (Manuel Martínez Serna) sustituyó a Fermín Limorte.

Comilona de los quintos tras recorrer las calles del pueblo recogiendo dinero

 

Por las noches, llenaban el pueblo de carretillas, y antes de incorporarse al ejército, organizaban la «comilona», y en tiempos pasados alguna gamberrada.

El nombre proviene de las quintas, el discriminatorio sistema de reclutamiento que estuvo vigente en España entre 1730 y 1912 y que tiene su origen en el reinado de Juan II de Castilla (1406-1454) durante el cual se estableció que uno de cada cinco varones debía servir en el ejército,​ disposición que Felipe V retomó en 1705.

Alguna de esta información esta recaba del libro «Historía de Albatera» de Jesús Aguilar.

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