La albaterense Lourdes Pérez Berná ha sido nombrada directora general del Agua y Desarrollo Rural en la Conselleria de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca de la Generalitat Valenciana, un nombramiento que supone un motivo de orgullo para Albatera y para todo el sector agrícola y rural de la comarca.
El conseller Miguel Barrachina ha informado de los nuevos nombramientos aprobados por el Consell, que afectan a distintas áreas del Gobierno valenciano. Entre ellos, Sabina Goretti Galindo ha sido designada secretaria autonómica de Medio Ambiente y Territorio, mientras que Lourdes Pérez Berná asumirá la responsabilidad de una dirección general clave para la gestión del agua y el desarrollo rural en la Comunitat Valenciana.
Este nombramiento refuerza la presencia de profesionales de la Vega Baja en puestos estratégicos de la administración autonómica y es recibido en Albatera como una excelente noticia para la defensa de los intereses del campo y del mundo rural.
Lourdes Pérez Berná es Ingeniera Técnica Agrícola y cuenta con una amplia y sólida trayectoria profesional vinculada a la gestión del agua, las infraestructuras hidráulicas y la modernización de regadíos. Acumula más de dos décadas de experiencia tanto en el ámbito público como en el privado, participando en proyectos estratégicos relacionados con el abastecimiento, el saneamiento y la optimización de los recursos hídricos en la Comunitat Valenciana y otras regiones.
Entre su experiencia más destacada figura su labor como jefa de obra y asistencia técnica en la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, así como su participación en importantes actuaciones hidráulicas para comunidades de regantes, algunas de ellas directamente vinculadas a Albatera y a la Vega Baja.
Su perfil profesional se completa con formación en Ingeniería Civil, arquitectura del paisaje y una amplia formación complementaria en eficiencia hídrica, automatización de sistemas de riego y sostenibilidad, además de contar con experiencia internacional.
Desde Albatera, su designación se interpreta como una oportunidad para avanzar hacia una gestión del agua eficaz, justa y sostenible, en un momento clave para el futuro del territorio y del sector agrícola.