La pasada madrugada, mientras la patrulla de la Policía Local hacía su recorrido por el término municipal, se llevó una sorpresa cuando vieron a un caballo suelto que andaba sin rumbo. Ante la peligrosidad que presentaba el animal a esas horas de la noche tanto para el tráfico como para su propio bienestar, los agentes decidieron cogerlo.
Para ello, al ver además que estaba tranquilo y en buen estado, le pusieron unas riendas y lo trasladaron hasta la entrada del pueblo, donde lo ataron a una palmera mientras llegaban los servicios de la protectora de animales que se va a hacer cargo de él. El corcel, que es una yegua, se instaló en una zona de pasto, donde también se le ha puesto agua para garantizar unas condiciones correctas.