La ciudad de Alicante rendirá homenaje al sacerdote Juan Cantó Rubio, dedicándole una glorieta en la zona de Vistahermosa Norte, a escasos metros de la parroquia María Madre de la Iglesia, donde ejerció como primer párroco desde su inauguración hasta su jubilación. Este homenaje responde a una iniciativa ciudadana respaldada por numerosas entidades sociales, culturales y diplomáticas, que reconocen en Cantó a una figura clave del pensamiento europeísta y del impulso cultural en la ciudad.
Cantó Rubio, fallecido en 2021 a los 96 años, dejó una profunda huella tanto en Albatera, donde fue nombrado Hijo Predilecto y se le dedicó una calle, como en Alicante, donde desarrolló gran parte de su labor pastoral y académica. Es hijo de Juan Cantó Sánchez y la albaterense Carmen Rubio Segura. Según recoge el libro Historia de Albatera, de Jesús Aguilar, el sacerdote ofreció su primera misa en Albatera el día 1 de enero de 1949, siendo sus padrinos Basilio Fuentes Serna y Dolores Alarcón Rubio y padrinos eclesiásticos, don Monserrate Abad Huertas y don Modesto Díaz Zudaire, predicando el sacerdote hijo del pueblo, Manuel Serna Serna.
Cantó fue Doctor en Teología por la Universidad Pontificia de Comillas y en Filosofía y Letras por la Universidad de Valencia, fue también profesor, conferenciante, historiador del arte y un apasionado defensor de la unidad europea. Esta vocación europeísta lo llevó incluso a colaborar con la Comisión Europea, organizando conferencias por toda España para fomentar la integración del país en la UE.
Su amor por el arte y la cultura también se tradujo en gestos tangibles, como su colaboración para que el legado del artista Eusebio Sempere permaneciera en Alicante, o su estrecha relación con instituciones como la Universidad Complutense o la Universidad de Valencia. En su faceta más social, Cantó también fue capellán del Hospital Provincial y formó parte activa del desarrollo del complejo urbanístico de Vistahermosa, junto a destacadas personalidades de la ciudad de Alicante.