“Me despido con una gran satisfacción a pesar de tantos contratiempos”

Anoche se celebró el pleno extraordinario para la toma de conocimiento de la renuncia de la alcaldesa Rosario Ballester. Un año y casi seis meses después de su toma de posesión, Ballester se despedía de la alcaldía, tras haber presentado su dimisión por registro de entrada del ayuntamiento el día 1 de diciembre y de esta manera cumplir con el pacto que realizó el tripartito en 2015.

Ahora, comienza un plazo de diez días en los que la alcaldesa en funciones, Rosa Guillén, debe convocar un nuevo pleno extraordinario para el cambio de alcaldía.

Rosario Ballester quiso tomar la palabra para pronunciar un discurso como fin de su alcaldía. En él destacó que se despedía con “una gran satisfacción a pesar de tantos contratiempos” resaltando el de la limpieza que finalmente “se ha resuelto de la mejor manera posible y es que las trabajadoras y trabajadores sean remunerados todo lo que se les debe, eso es por una de las cosas que me voy contenta”. Por este motivo “me despido con una gran alegría, no hubiese sido igual no resolver este problema”.

También hizo referencia al procedimiento judicial en el que se vio involucrada en junio, el proceso más desagradable de su alcaldía. Según explicó anoche “el 23 de junio de 2016 tomo posesión y el día 27 me pasan una licencia con informe favorable del arquitecto municipal y yo lo firmo. Todo el proceso se había llevado anteriormente, se había presentado una escritura que yo no lo sabía. Si se presentó una escritura que no se incorporó en el expediente de infracción urbanística, además no se mencionan los pasos previos y posteriores a la aportación de la escritura”. En este sentido, añadió que “me parece muy mal pues todo debe de estar dentro del expediente para que el alcalde sepa que está firmando. Menos mal que tanto el fiscal como la jueza han resuelto que estoy exenta de culpabilidad”.

Para Rosario Ballester “la política tiene momentos buenos, malos, agradables, desagradables, recompensas, y aunque mayoritariamente se pasa mal, también es verdad que hay ciertas satisfacciones en algún momento, como por ejemplo cuando recibe a la gente que viene a tu despacho con problemas”.

Muchos de los contratiempos que ha sufrido en el ayuntamiento los achaca a que “no hay técnicos en el ayuntamiento y se necesita todos los días un secretario, interventor y tesorero”. En cuanto a la concejalía de Cultura, está contenta porque considera que se ha llevado a cabo un gran programa de actos como “la celebración del centenario de Manuel Berná que hizo que la cultura saliera a la calle. En el mi área de cultura me voy tranquila porque sé que he cumplido dentro de la función cultural como mejor he podido. El museo, es una lástima y ahí está, ruego al próximo alcalde que lo tenga en cuenta, está todo casi realizado y con una modificación extrajudicial de crédito los proveedores pueden ser remunerados”.

Al próximo gobierno le pide que “exista el mayor consenso, no hay mayorías para nadie, que podamos entendernos y no seamos tan duros a la hora de prosperar acuerdos”.

Para finalizar este discurso, la hasta ayer alcaldesa de Albatera, quiso decirle al pueblo que “he trabajado con muy buena intención, he recibido a todo aquel que ha venido a mi despacho. He sido alcalde de consenso, porque me ha gustado reunir y decir todo lo que estaba haciendo y todo lo que iba a hacer. Tendremos pronto una nueva investidura, así que suerte para todos los 17 concejales que estamos aquí y para el pueblo de Albatera también. Me tendrán ustedes a su servicio y para lo que necesiten exactamente igual que hasta ahora”.